lunes, 21 de diciembre de 2009

TEORIA DEL DESARROLLO CAPITALISTA – SWEEZY CAPÍTULO VI

La tendencia descendente de la tasa de ganancia

La acumulación de capital va seguida por una mecanización gradual del proceso de producción. Produciendo con tecnología más perfeccionada y eficaz, se pueden elaborar un mayor número materiales y de productos acabados, la productividad del trabajo sufre un crecimiento continuo. Esto significa un ascenso sostenido de la composición orgánica del capital, el capital aumenta. Marx lo explica con la ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia.

Si la tasa de plusvalía es constante, la tasa de ganancia varía de manera inversa a la composición orgánica del capitalista. Esto es debido la existencia de ciertas barreras internas que se resistían al desarrollo indefinido de la producción capitalista. Por un lado, el ascenso del capital se debe a una creciente productividad del trabajo; y por otra parte, hay una tasa descendente de la ganancia que la acompaña y que debe afianzar el fin de los cauces de la propuesta capitalista.

Marx indica una serie de causas que contrarrestan de esta tendencia y anulan la ley general de la tasa descendente de la ganancia:

- El abaratamiento de los elementos del capital constante: el uso progresivo de maquinaria, aumenta la productividad del trabajo, y así reduce el valor por unidad del capital constante, operanado como su propio correctivo.

- El aumento de la intensidad de la explotación: Mediante la prolongación de la jornada de trabajo se aumenta directamente la tasa de la plusvalía, acrecentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la cantidad del trabajo necesario. Estos métodos son recursos adoptados por los capitalistas para compensar una tasa descendente de la ganancia.


- La depresión de los salarios más abajo de su valor: Esto es llevar a cabo una deflación de lo salarios. Los capitalistas, por su parte, realizan esta azzión cada vez que pueden.


- La sobrepoblación relativa: El uso progresivo de maquinaria deja sin trabajo a una cantidad de trabajadores y crea una sobrepoblación relativa, que hunden, mediante la competencia con la fuerza de trabajo, la tasa de los salarios, y elevan la tasa de la plusvalía. La existencia de trabajadores ocupados lleva a la fundación de nuevas industrias con una textura orgánica relativamente baja; y con una tasa de la ganancia relativamente alta que hace aumentar la tasa de la ganancia general.

- El Comercio exterior: Posibilita la adquisición de materias primas y artículos necesarios para la vida, a un coste menor que si se produjeran en el país. Esto aumenta la tasa de la ganancia elevando la tasa de la plusvalía y disminuyendo el valor del capital constante

La ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia ha sido criticada tanto por partidarios como por antagonistas de Marx.

Cuando la tasa de la plusvalía permanece invariable, tiene lugar un aumento de los salarios reales que es proporcional al aumento en la productividad del trabajo. Esta teoría pasa por alto una de las afines corrientes de la productividad del trabajo acrecentada, en el capitalismo es necesaria la creación de un ejército industrial de reserva. Es cierto que es contrarrestante, pero es un procedimiento más efectivo el asumir que la productividad elevada tiende a acarrear una tasa más alta de plusvalía.

La composición orgánica del capital como la tasa de la plusvalía son variables, en ese caso la conducta de la tasa de la ganancia mutará de manera indefinida. Entonces, la tasa de ganancia descenderá si, el porcentaje de aumento en la tasa de la plusvalía, es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total.

Marx argumentaba que esta condición se cumple de manera general. Sin embargo, Sweezy sustenta que la naturaleza de es esta condición es insostenible y exagerada. Para él, la estructura orgánica del capital es una expresión de valor; y debido a la productividad del trabajo en ascensión constante, el crecimiento en la cantidad de maquinaria y materiales por obrero no se puede considerar como índice del cambio en la estructura orgánica del capital.

Parece indeterminado mantener la distinción implícita de Marx entre el aumento primitivo en la estructura orgánica y la baja contrarrestante debida al abaratamiento de los elementos del capital constante. Lo único que puede observarse es el cambio neto en la composición orgánica que es resultante de ambas fuerzas. Esto no supone que no exista ninguna predisposición de la tasa de la ganancia a descender. Tras la composición orgánica ascendente del capital está el proceso de la acumulación de capital, y es aquí donde debemos buscar las fuerzas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia.

La acumulación de capital ejerce presión para aumentar la demanda de salarios. En el caso de que el resto de factores no cambien, el aumento de los salarios lleva a una disminución en la tasa de la plusvalía, y esto se expresa en un declive en la tasa de ganancia. Para Marx el proceso capitalista de producción es esencialmente un proceso de acumulación, y de ahí surge una tendencia constante de la tasa de ganancia a caer. Sin embargo, los capitalistas no se someten dócilmente a la disminución en la tasa de la ganancia. Introduciendo maquinaria y otros recursos para ahorrar el trabajo, intentan mantener la tasa de la ganancia en su nivel anterior y aun elevarla. Es aquí donde la composición orgánica del capital entra en juego. El acrecentamiento en la composición orgánica del capital tenderá a reintegrar la tasa de la plusvalía, y de este modo a aumentar el volumen de la plusvalía más allá de lo que éste hubiera sido en ausencia del aumento de la composición orgánica del capital. De este modo, aunque el efecto es el de deprimir más aún la tasa de la ganancia, los actos de los capitalistas no carecen de cierta justificación objetiva desde el punto de vista de la clase capitalista en su conjunto.

Para terminar, existen otras fuerzas que afectan a los movimientos de la tasa de ganancia. Por un lado, las hay que tienden a disminuir la tasa de la ganancia (los sindicatos y la acción del Estado en beneficio de los trabajadores), y por otro, las hay que tienden a elevarla (las organizaciones patronales, la exportación del capital, la formación de monopolios, y la acción del Estado en beneficio del capital). Esto es un ejemplo de la enorme variedad de distintas fuerzas y aparentemente sin relación entre sí, que tienen un punto en común en sus efectos sobre la tasa de la ganancia.

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