lunes, 21 de diciembre de 2009

TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA-SWEEZY I y II

El método de Marx


1. El uso de la abstracción.

Marx era un resuelto partidario del método abstracto-deductivo en el análisis de las formas económicas. Aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las aproximaciones sucesivas, avanzar de los más abstracto a lo más concreto, de modo que la teoría pueda explicar una esfera más basta de fenómenos reales. El problema es decidir de qué hacer abstracción y de que no hacerla. Se plantean dos cuestiones: ¿Qué problema de examina? Y ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema? Si las sabemos responder lograremos enmarcar nuestras suposiciones con sencillez.

Cada investigador maneja sus materiales de manera diferente. Uno puede hacer abstracción de una diferencia que otro esté tratando de explicar, y, sin embargo, cada uno puede tener razón desde el punto de vista del problema que estudia.

La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, especialmente en el proceso del cambio social. El pensaba que la economía política es importante ya que es en su esfera donde se encuentra el ímpetu del cambio social y es donde se ven las relaciones que hay entre los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Una vez que llegó a la conclusión de que la clave el cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción, se dedico al estudio de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción, para ello retuvo aquellos elementos del pensamiento de Hegel que hacían énfasis en el proceso y el desarrollo a través de conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias, llegando así a lo que él llamo conflictos de clase que serían la manera de manifestarse las fuerzas económicas. Estos son los elementos esenciales que deben ser aislados y analizados por el método de la abstracción.

Los economistas clásicos se centraban en el conflicto entre capitalistas industriales y terratenientes, subrayando la cuestión de la tierra y del ingreso que deriva de esta. Marx consideraba descaminada esta manera de analizar los conflictos bajo el sistema capitalistas ya que consideraba que la agricultura es cada vez más una rama de la industria y que es el capital la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa, siendo la relación económica principal es la que existe entre capitalistas y obreros, la relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción, dividiendo la sociedad en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado. Esta es la relación que debe ser el centro de la investigación, sometida al más concienzudo análisis, libre de toda confusión extraña a ella.

La adopción de esta actitud requiere un procedimiento que requiere, por lo menos, dos pasos:

1.- todas las relaciones sociales, excepto la existente entre capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, reintroduciéndolas una por una más adelante.

2.- la relación capital-trabajo ha de reducirse a su forma o formas más importante, refiriéndonos a las características y tendencias estructurales de la sociedad. En el caso de Marx la relación capital-trabajo es una relación de cambio. El capitalista compra fuerza de trabajo del obrero y este recibe a cambio dinero con el que adquirir lo necesario para la vida, por lo que el estudio de la relación capital-trabajo ha de partir del análisis del fenómeno general del cambio.

Este es el punto de partida del estudio de la economía política de Marx, las mercancías. Todo lo que se destina al cambio mas que al uso directo, es una mercancía; el análisis de las mercancías implica el análisis de la relación cambio y su aspecto cuantitativo.

En los análisis llevados a cabo por Marx todo se mantiene en un alto nivel de abstracción, de ahí se derivan muchas confusiones a la hora de interpretar lo que expone en sus obras tanto de parte de los antimarxistas como los de algunos marxistas. Gran número de las críticas hechas a la economía política de Marx están hechas desde el rechazo a las suposiciones con las que trabaja. Si queremos juzgar la validez de estas críticas debemos hacernos las tres preguntas que siguen relativas a las abstracciones: 1) ¿están hechas con la debida consideración del problema? 2) ¿eliminan los elementos no esenciales de este? 3) ¿se abstienen de eliminar los elementos esenciales? Si se han contestado todas afirmativamente, podemos decir que se ha observado el principio de abstracción apropiado.

2. El Carácter histórico de Marx.

El método de Marx es en esencia histórico. Para él, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado, es un proceso histórico que no conoce finalidad ni estaciones de parada. Los sistemas sociales recorren un ciclo de vida y se acaban cuando las formas de desarrollo de las fuerzas productivas se convierten en sus trabas. Sin embargo este proceso no es puramente mecánico, es más bien producto de la acción humana, de una forma limitada por la clase de sociedad en la que se encuentre. La aceptación de este punto de vista conduce a una actitud consecuentemente histórica ante la ciencia social.

EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO.

1.- Introducción:

Mercancía es todo lo que se produce para el cambio más bien que para el uso del productor. El estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. Para Marx el problema del cambio es que no todos los productores se encuentran en situación similar.

Para los economistas clásicos el cambio está íntimamente ligado a la división del trabajo ya que esta es el origen del aumento de la productividad, de esta forma la producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica, dando a los problemas de la economía política tiene un carácter exclusivamente cuantitativo. Marx no niega la relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, aunque no de la misma forma que los economistas clásicos, sino que dice que la producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica, sino más bien una de sus posibles formas, que de ninguna forma puede presentarse como directa manifestación de la naturaleza humana. De esta forma separa de los fenómenos naturales la producción de mercancías, convirtiéndola en susceptible de investigación histórico-social, lo que es lo mismo dotándola de valor cualitativo.

En el caso del valor de cambio existe una relación cuantitativa entre productos pero, oculta detrás de ella está una relación específica entre productores, es el llamado problema del valor cualitativo. La originalidad se la teoría del valor de Marx reside en la aceptación de los dos aspectos, del cualitativo y el cuantitativo, dentro de un solo armazón conceptual.

2.- El Valor de Uso

“Toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio”

El valor de uso no le da a las mercancías ningún carácter peculiar sino que expresa una relación entre el consumidor y el objeto consumido. Marx lo excluía de la esfera de la investigación de la economía política ya que no da cuerpo a una relación social, ya que observa estrictamente que las categorías de la economía política deben ser categorías sociales, esto contrasta con la teoría económica moderna, en las que el valor de uso ocupa un lugar central. Esto no significa que el valor de uso no deba jugar ningún papel en la economía política, sino que no es una categoría económica en si misma. Es esencial para la producción y no está excluido, por Marx, de la cadena causal de los fenómenos políticos.

3.- Valor de Cambio.

En una sociedad en el que el cambio es un método regular de realizar el propósito de producción social, es solo en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio. A primera vista es una relación cuantitativa pero, para Marx ésta es solo una forma exterior de la relación social entre los propietarios de la mercancías ya que la relación de cambio como tal es solo la expresión del hecho de que los productores trabajan, individualmente, los unos para los otros, dando a su trabajo un carácter social, donde el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales en una sociedad basada en la división del trabajo, donde los productores trabajan privada e independientemente.

Dicho esto, el concepto “valor de cambio” se aplica cuando hablamos de mercancías en plural, ya que expresa una relación entre estas. Una mercancía individual posee la calidad social que se manifiesta cuantitativamente en el valor de cambio, siendo para Marx un simple valor.

Una mercancía como valor de uso es un rasgo universal de la existencia humana, pero como valor es un rasgo histórico de una sociedad específica que se distingue por una división del trabajo desarrollada y la producción privada. Es así como Marx identifica el trabajo como la sustancia del valor.

4.- Trabajo y Valor.

El trabajo tiene dos aspectos: el valor de uso y el valor de la mercancía que produce, lo que vendaría a ser el trabajo útil, el valor del producto realizado.

Si a la actividad productiva le quitamos el carácter útil del trabajo, nos quedamos, simplemente, con el gasto de fuerza humana de este; por lo tanto el valor de una mercancía representa el gasto del trabajo humano.

Podemos resumir la relación cualitativa del valor con el trabajo en: Todo trabajo es un gasto de fuerza humana de trabajo que crea y forma los valores de las mercancías, pero esto ocurre de una forma especial y con un fin preciso, su carácter de trabajo útil concreto, donde produce su valor de uso.

5.- Trabajo Abstracto.

El trabajo abstracto lo es solo en el sentido de que pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra. Trabajo abstracto es el equivalente de “trabajo en general”, es lo común a toda actividad humana productiva

La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mayor que en cualquier forma de sociedad anterior, ya que está varía en consecuencia de la demanda cambiante, convirtiendo a esta movilidad en algo secundario y, por lo tanto, dando más importancia al volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel de desarrollo.

Podemos decir que la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, de cuya magnitud y desarrollo depende, en última instancia, la capacidad productora de riqueza de la sociedad.

6.- La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría de valor.

La significación básica y las tareas principales de la teoría del valor son determinadas por el análisis cualitativo ya que toda mercancía absorbe parte del total de las fuerza de trabajo disponible en la sociedad, convirtiendo a las mercancías en el punto de partida y categoría central de la economía política de los tiempos modernos.

Si tenemos en cuenta que las mercancías son trabajo abstracto materializado, lo que las convierte en valor, observamos que es susceptible de medida en términos de unidades de tiempo así, la tarea central de la teoría del valor cuantitativo, surge de esta definición del valor como magnitud, es la investigación de las leyes que gobiernan la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes esferas de la producción en una sociedad de productores de mercancías.

7.- El Carácter fetichista de las mercancías.

En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres adopta, a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas. Esta materialización de las relaciones sociales es el centro de la teoría del Fetichismo de Marx: “ En las nebulosas regiones del mundo religioso… los productos del cerebro humano aparecen como seres independientes dotados de vida y que entran en relaciones tanto unos con otros como con la especie humana. Lo mismo pasa en el mundo de las mercancías con los productos de la mano del hombre.”


El trabajo del individuo se afirma como parte de l trabajo de la sociedad solo a través de las relaciones que el acto del cambio establece directamente entre los productos e indirectamente entre los productores, presentándose como las relaciones materiales de personas y relaciones sociales de cosas y no como relaciones sociales directas de personas en su trabajo. Esto era imposible en periodos anteriores de la historia. Solo cuando la producción de mercancías adquiere un desarrollo tan alto y una difusión tan grande como para dominar la vida de la sociedad, el fenómeno de la materialización de las relaciones sociales adquiere importancia decisiva. Esto ocurre en un capitalismo relativamente avanzado, donde el productor individual trata con su prójimo solo a través del “mercado”, donde precios y cantidades vendidas son las realidades sustanciales y los seres humanos son reducidos a instrumentos. Este es un estado de la sociedad en el que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él, donde el carácter real de las relaciones entre los productores mismos es deformado y oscurecido.

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